Historia del acero
¿Alguna vez te has preguntado de donde viene la palabra acero? Pues procede del latín “aciarius” y este de “acies” que es como se denomina en este idioma el filo de un arma blanca.
Realmente el acero se ha convertido en un material imprescindible para el sector de la construcción y para la vida diaria en general, casi todos los utensilios que se usan diariamente están hechos de acero. Pero… ¿Cómo empezó todo?
Los primeros pasos: la Edad del Hierro
Al proceso sobre el descubrimiento de este material y de las herramientas que se pueden obtener a partir de él se le llama “Edad de hierro” y la podemos dividir en dos partes. La primera empezó en el año 1200 a.c. aproximadamente, ya que no hay fecha exacta. La más importante es la segunda etapa, que fue cuando se descubrió cómo extraer el hierro, asimismo para hacer el hierro forjado. Gracias a esto, las civilizaciones que tenían armas de este material eran más fuertes y solían ganar las batallas.
El acero se descubrió por casualidad, es decir, sin querer. Los primeros artesanos que trabajaron con el hierro, producían lo que se llama ahora, el hierro forjado. Para llegar al acero tuvieron que pasar por varios procesos antes.
Los primeros herreros, lo que hacían era calentar una masa de mineral de hierro y carbón vegetal en un gran horno con tiro forzado, que por lo tanto, se reducía el mineral a una masa esponjosa de hierro metálico llena de impurezas metálicas, además de cenizas de carbón vegetal. Esta esponja de hierro se debía retirar mientras seguía en estado frío, mientras, se le daban golpes fuertes con grandes martillos para poder expulsar la escoria y soldar el hierro. En resumen, lo que fabricaban eran las bases de lo que hoy día se conoce como acero. Pero en aquel entonces no era acero, todavía no hemos llegado a eso.
Imagen de Wikipedia
Ellos no eran conscientes del novedoso material que estaban creando, pero sí que el hierro que estaban creando era más duro y resistente.
Nacieron así los primeros trabajos de investigación del acero. Quisieron probar varias cosas, como técnicas de enfriamiento rápido, enfriamientos con agua y aceite, para poder ampliar los recursos, características y poder llegar a hacer grandes cosas que ni ellos imaginaban.
El desarrollo del acero: El convertidor Bessemer
Durante esas investigaciones, llegó el descubrimiento de la alineación de hierro y carbono, lo que se conoce como el acero. Este nuevo material fue un gran paso y un gran descubrimiento para la historia de la humanidad. El acero se convirtió en el material preferido para fabricar armaduras y armas. El único punto negativo fue que el acero era difícil de fabricar en aquel entonces ya que podían producir pocas cantidades y se requería mucho tiempo.
Pero aquí no acaba, el ingeniero Henry Bessemer revolucionó totalmente la fabricación del acero consiguiendo que fuese más fácil fabricarlo. Creó un convertidor llamado “El convertidor Bessemer”, esto lo cambió todo. Convertía el arrabio en acero. Este convertidor, exteriormente era una caldera de acero y el interior estaba hecho de un material que aguantaba el calor y el fuego. Desde entonces, se ha podido producir el acero a más cantidad y de forma más rápida.
Desde la década de 1960 funcionan varios minihornos que emplean electricidad para producir acero a partir de residuos, es decir, chatarra. Gracias a esto, el acero se pudo usar para muchas más cosas.
El acero al día de hoy
Actualmente la producción de acero tiene en funcionamiento hornos que son modelos perfeccionados de los que se usaban antiguamente.
El acero ha llegado a grandes infraestructuras, rascacielos y ferrocarriles. Han llevado a cabo algunas edificaciones mundialmente reconocidas, como por ejemplo el puente de Brooklyn.
Se han desarrollado infinidades de alineaciones y variables y se ha aprovechado muchísimo este material, cosa que se sigue haciendo.
Hay un gran mercado detrás del acero y se fabrican unas 1.628,6 millones de toneladas en todo el planeta. Aunque su fabricación conlleva mucha contaminación ya que se producen muchísimas emisiones de dióxido de carbono. Afortunadamente en España ha habido un descenso del 75% en las emisiones y se ha establecido una meta, un objetivo: producir acero con cero emisiones netas de CO2. Si quieres saber más sobre esta temática te invitamos a leer nuestro anterior blog “La siderurgia y la neutralidad climática en 2050”.
En conclusión, el avance del acero empezó cuando se fabricó el convertidor Bessemer, después de ello, años después aparecieron los hornos eléctricos.
El acero es un material muy versátil, al que siempre se le encuentran nuevas formas de uso o mejoras en productos, nuevas aleaciones y recubrimientos. ¿Verdad?